Alberto Oliart, nuevo presidente de la Corporación RTVE.Sostiene un conocido mío que si lees el períodico después de las 12 del mediodía ya no vale. Lo mismo, le decía yo, ocurre con los telediarios: si los pillas una vez que ya han empezado, tienes que esperarte al siguiente. Los servicios informativos de la cadena pública de toda la vida de Dios han sido y seguirán siendo un instrumento partidista al servicio del Gobierno, de forma más o menos disimulada o claramente tendenciosa. Incluso a quienes pasaban por periodistas ponderados y ecuánimes (vg.
Llorente y
Milá), se les ha visto el plumero -más al primero que al segundo- en cuanto han tenido mando. Confieso que les echo de menos en las Noticias de la 2.
Mara y
del Amor me parecen demasiado modernos, así en las formas como en el vestir. Lo de
Maria Antonia y
Urdaci con Felipe y Josemari sí que era de manual: a lo grande, como ellos mismos, sin complejos. Ahora el concepto es otro o al menos ésa parece ser la intención.
Mariano y
Rodríguez se han puesto de acuerdo para sentar al frente de RTVE a un
ex-ministro de Defensa de la UCD todo
ochentero y será el Consejo de la Corporación, con representación de PP y PSOE, el que decida el nombramiento del Jefe de Informativos. Tal y como está el circo de los populares, cuajado de fieras bajo el síndrome de abstinencia, y a la vista de la eficacia y eficiencia de este Gobierno de pista central, ya es algo, el acuerdo, pero tampoco, que viene el debate de la Ley de Presupuestos y un garbanzo no hace cocido. Aunque a mí, la verdad, me da igual lo que nos cuenten, lo que
quieran contarnos, cómo nos lo cuenten o quién lo haga. Mientras no le metan mano a
Clan TV, pueden hacer con la RTVE lo que les salga de las narices. No me imagino una vida sin
Bob Esponja. Ya no.