Nueva York. Edificio de las Naciones Unidas.Si la autoridades chinas reconocen la muerte de 10 personas tras los últimos enfrentamientos en Lhasa, los más violentos de los últimos 20 años, es que por lo menos hay 30 ó 40 fallecidos. Mientras los unos se dedican a quemar coches y destrozar comercios en la capital de la región del Tíbet, los otros enarbolan banderas ante la sede de NU en Nueva York. Mientras Occidente cagado de miedo mira para otro lado, recompensa al Régimen con unos JJ.OO. y el Dalai Lama se promociona estos días por la capital del mundo, decenas de monjes que no entienden de los mantras la mitad, apoyados por otros tantos civíles que tratan de hacer la inalcanzable Revolución son los que pierden la vida, amén de los que pasaban por allí.
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