miércoles, 29 de octubre de 2008

SGCI 0083 YN29O - 09:10:54 - 102908

Barack Hussein Obama Jr.

Miles de esclavos africanos fueron trasladados por mar desde su continente hasta América durante los siglos XVII al XIX, en ocasiones de acuerdo con las normas internacionales de Derecho del Mar, si bien la mayoría de las veces y sobre todo al final de aquel período de forma ilegal y clandestina. Sólo los más fuertes sobrevivían. Los enfermos, los débiles, los que sufrían accidentes y quedaban mutilados, incluso las mujeres cuyo embarazo comenzaba a evidenciarse en la travesía, eran lanzados al mar para que se murieran solos. No servían. La navegación podía durar 4 ó 5 meses, fácil. En condiciones infrahumanas, encadenados unos a otros, sin apenas alimento y agua potable, hacinados y tratados a palos como animales, sólo unos pocos conseguían llegar vivos y en condiciones de servir para el uso a que se les destinaría. Con el paso de los años (siglos), la selección genética natural propiciada por la supervivencia en condiciones extremas de su raza hace que los afroamericanos y caribeños sean los atletas más poderosos del mundo y se exhiban como portentos físicos en deportes profesionales.
Barack Obama también es afroamericano. Su padre es kenyata y su madre norteamericana. Hay quien quiere matarlo por ser negro, porque un negro no puede llegar a la Casa Blanca. Puede que nunca gane una medalla olímpica, pero va a ganar las elecciones y se va a convertir en el hombre más poderoso de la Tierra.

6 comentarios:

Bomarzo dijo...

Y es lo que hay.

Anónimo dijo...

y gracias a dios, por cierto; gracias a dios.

Anónimo dijo...

A pesar de ser pura imágen lo prefiero a McCain, que tiene una pinta de viejete chanchullero...
Gu.

El factor septiembre dijo...

Yes, they can

Jesús Lens dijo...

No es que tengamos grandes esperanzas en su política, pero supone el cambio... y la superación. De prejuicios. Bienvenido sea, Obama.

Anónimo dijo...

Yo también quiero que gane Obama, por lo que tenga de superación de prejuicios, pero no nos engañemos: son dos partidos de derechas.
Rigoletto