Tiger Woods, en pleno esfuerzo.Figura entrañable la del cagoner. Recuerdo, cuando podía desarrollar libremente mi vocación belenista, en casa de mis padres, que era la última figura que colocaba. A partir de ahí, cada día aparecía en un sitio distinto, provocando en ocasiones alguna que otra persignación en quien lo hallaba en según que lugar. El belén era enorme, curradísimo, de concurso, digno de anunciar en el portal del edificio "Belén en 5ºD". Ahora hay que poner en casa el de las figuras de plástico, las de los cabezones rubillos, para que ella y sus amigos jueguen. También es un belén currado. La tarde que dedicamos a montarlo, a recortar las estrellas y a poner la vegetación es de las mejores del año. Su cara de felicidad es lo mejor de la vida.
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