miércoles, 20 de enero de 2010

SGCI 0155 DM20E - 09:50:21 - 012010

Custodio Dalmau. Creador.

A estas alturas de la vida, paso de hacerme el moderno. Antes al contrario; considero un ejercicio la mar de estimulante hacerse el pureta y aprovechar la oportunidad que ofrecen según qué coyunturas para comprobar hasta qué punto es capaz de estirar su fatuidad el filfa o carajote de turno. La postura ergonómica y la velocidad del guepardo, el trazado de la ronda impreso y el espíritu de La Roja... Y mis cojones, que diría el esforzado gregario que no ve más que un maillot colorado al que parece que le ha pasado por encima la rueda de un tráiler, y se sube el tío la pendiente del 23% de la Cuña de las vacas del Angliru haciendo eses de arcén a arcén, a punto de crujirle los dientes de apretados que los lleva, echando espumarajos por la boca y ciego por el esfuerzo extremo o por las pirulas que se ha comido antes del control de firmas. No hay tontería, qué va. Pero al fin y al cabo, hay que sobrevivir. Si nos diese por invocar el Poder de la Vara cada vez que nos topásemos con algún primaveras de los que nos tocan las narices, probablemente los humanos desapareceríamos de la faz de la Tierra mucho antes de lo que pronostica Ali Agca, brand new Christ Eternal. ¡Ay, qué chocho!... Tanto gilipollas, y tan pocas balas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tuve un amigo con una enorme capacidad de síntesis: cuando se encontraba situaciones como esta, decía simplemente: "Vámonos, que aquí hay muchoo tonto". Y sigue habiéndolo cuarenta años después, sólo que los tontos de mi tiempo eran tontos gratis y este cerebro creativo se embolsa un buen panojal por semejante gilipollez.
O tempora...
Rigoletto