sábado, 6 de febrero de 2010

SGCI 0158 AGM06F - 09:29:11 - 020610

Francesco Zanardi y Manuel Incorvaia.

Supongo que es la imagen que se tiene de España en el exterior lo que ha movido a esta pareja a pedir asilo político en nuestro país, lo cual debe entenderse más como un gesto para reivindicar la situación de desamparo jurídico de las parejas homosexuales en Italia que como una verdadera declaración de voluntad; a fin de cuentas, son ciudadanos de la UE.
Desde el punto de vista jurídico, el matrimonio puede ser contemplado bien en su aspecto de contrato, generador de derechos y obligaciones entre las partes y productor de unos efectos que se desenvuelven tanto en la esfera personal como patrimonial de los contrayentes, así como en su aspecto de institución. A estas alturas de la segunda legislatura, no creo que haya nadie que no tenga asumida la posibilidad de que dos personas del mismo sexo (homosexuales o no; se amen o no) puedan contraer matrimonio, puesto que tienen exactamente el mismo derecho a hacerlo que dos personas de distinto sexo (heterosexuales o no; se amen o no). Lo que nos cuesta más trabajo es asumir que, como consecuencia de ello, resulta una institución matrimonial igualmente legítima (ignoro si en la Historia de la Humanidad ha existido como precedente algún rito de unión semejante al matrimonio entre dos personas del mismo sexo).
Tachar a alguien de homófobo y retrógrado por negarse a reconocer tales derechos a los homosexuales o reducir la discusión al campo de lo meramente terminológico es igual de injusto que tirar de hipotálamo o hipófisis para explicar según qué cosas. Los Hombres llevamos miles y miles de años sujetos (puede que sin saberlo) a unas normas de pensamiento que es posible (aunque improbable) formen parte incluso de nuestra herencia genética. No podemos pretender que nuestra forma de pensar evolucione a golpe de revoluciones. O sí. Estar a favor o en contra del matrimonio entre homosexuales al final se reduce a que te moleste o no que los gays se casen. Por lo que sea; por razones ideológicas o religiosas; porque no es igual tu matrimonio canónico que el suyo autorizado por una concejal sociata y lesbiana, etc... Personalmente, no me molesta. Y eso que cada vez me joden más cosas.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

"Personalmente, no me molesta".
??!!

Dani dijo...

"Personalmente, no me molesta"
??!!

(olvidé firmar)

SGCI. dijo...

No sé si debería haberlo puesto entrecomillado o basta la cursiva...
Si no me molesta quiere decir que estoy a favor, como se desprende del último párrafo.
Ahora yo pongo mis ??!! porque no sé muy bien si las tuyas significan que no entendiste el sentido de lo que escribí o simplemente te sorprendes de que no me "moleste".

Dani dijo...

Me sorprendió que lo escribieras. No creo que te moleste, la verdad; a fin de cuentas, tampoco te afecta.