viernes, 16 de abril de 2010

SGCI 0168 LG16A - 09:41:10 - 041610

Rumbo a Downing Street 10. Debate de candidatos a Primer Ministro.

Profesional. Muy profesional. Yo, que no aguanto los debates entre ZP y Rajoy (probablemente porque no aguanto a ninguno de los dos), ayer quedé fascinado con el espectáculo que ofrecían en directo TVE 24h y CNN+. Fútil sería tratar de resumir el contenido del debate (mejor léelo en la prensa). Tampoco le presté demasiada atención a lo que decían los traductores simultáneos. Sí, en cambio, a cómo lo decían los protagonistas (Brown, Cameron y Clegg), a las palabras y expresiones que empleaban, y a la cantidad de veces que los tres trataron de demostrar su cercanía con los ciudadanos mediante anécdotas personales de conversaciones con sus electores, quienes previamente les habían transmitido sus inquietudes, preocupaciones, anhelos y esperanzas, etc... Hay que reconocer que el casting de preguntadores ayudó mucho. También fue curioso comprobar cómo el candidato conservador no se salía del guión que llevaba preparado, mientras que el laborista no dejaba de sumarse a las propuestas del tapado demócrata-liberal, quien sonreía cada vez que Mr. Brown decía eso de pienso igual que Nick y estoy de acuerdo con lo que dice, que era como decir pídeme lo que quieras y no me obligues a hacer la mudanza. Ganará Cameron, pero ojo con Nick.
Digo que me enganché al debate porque tenía ganas de ver cómo se desenvolvían en esa situación políticos de verdad. No de los que se las saben todas y hacen requiebros y piruetas verbales para salirse por los cerros de Úbeda, mientras sus partidarios dicen bieeeen... y sus detractores, la madre que te parió. En España no tenemos ni idea de lo que es un político profesional. Entiéndase esto; seguro que hay cientos de personas honradas que desempeñan cargos políticos con honestidad y vocación de servicio público -sólo los encontrarás a nivel local, en pueblos y pequeñas ciudades donde todos o casi todos se conocen-. No esperes lo mismo de quienes se presentan para gobernar todo un país y tratan de convencerte en un debate televisado de que ellos son muy buenos y los otros muy malos. Por eso digo que es muy distinto un político profesional británico de un profesional de la política español. Y por eso mismo se entiende por qué hay quien toca el piano y quien se limita a aporrear un tambor.

1 comentario:

Daniel dijo...

Qué de acuerdo, Paquete. Políticos de verdad.
Menuda envidia.