miércoles, 28 de abril de 2010

SGCI 0170 MSU28A - 13:57:31 - 042810

No me dejan. Juro que lo intento con todas mis fuerzas pero hay cosas que no me dejan. Trato de afiliarme a una escala de grises que me permita destilar determinadas ideas, higienizar algunos prejuicios, sanear tales o cuáles opiniones, acrisolar según qué reflexiones... pero no me dejan. Sé que es una especie de carrera de obstáculos, una lucha personal, pero cuanto más cerca estoy de aprehender conceptos y filosofías, ¡zas! En todo el morro. Puede que la culpa, al fin y al cabo, sea mía, y tenga en la porfía todas las de perder. Carezco (casi) por completo de sentido del humor, y eso no ayuda. Menos aún ayuda lo absurdo de lo políticamente correcto, y tanto primaveras abrazando la bandera del papel de fumar. Nos estamos apollardando a Mach-1 con cada vuelta de tuerca que damos en aras del progreso y la modernización. Ahora resulta que con la Transición nos pusimos una venda en los ojos, la misma que cuando nos conviene pretendemos quitarle a la Justicia para que vea lo que nosotros queremos que vea. Perdemos perspectiva y nos idiotizamos cada vez que dejamos pasar la oportunidad de alzarnos contra tanta estupidez, tanta pamplina y tanta chorrada. Doy las gracias a tanto cretino incompetente e indocumentado que me hace volver una y otra vez a mi paleta en blanco o negro. Gracias de corazón; sé que no me vas a fallar nunca.
Salvando las distancias -enorme distancia, por supuesto- es como si algún gabacho paleto (con perdón por Víctor Hugo) tuviera la muy progresista y avanzada idea (insisto, perdón, Víctor Hugo) de que hay que cambiarle la letra a La Marsellesa por apelar a la patria (concepto caduco y discutible), por incitar a la violencia llamando a las armas, a la venganza y a los batallones a escabechar vivo al enemigo -que su sangre impura empape los surcos y tal- por emplear insultos (en España eso depende: si eres tú el que emplea el palabro es insulto; si lo hago yo, simple descripción calificativa ajustadísima a la realidad) y por utilizar expresiones racistas para referirse a los extranjeros... Si no gusta, pues no gusta, pero hay cosas que son como son y no como uno quiere que sean. Porque si intentas cambiarlas, puedes hacer un ridículo espantoso. Así que a veces no queda más remedio. Y en todo caso hay que saber a qué le puedes meter mano y a qué no, so pena de señalarte como un zopenco analfabeto. Y es por este tipo de sandeces, entre otras cosas, por lo que prefiero ser punkie que maricón de playa. Aunque seguro que hay algún subnormal que esto último tampoco lo entiende.

Los días de la semana, por Miliki.

Lunes antes de almorzar un MARIDO fue a correr
Pero no pudo correr porque tenía que planchar
Así planchaba, así así, así planchaba, así así,
así planchaba, así así,
así planchaba que yo lo vi.
Martes antes de almorzar él quería ir al billar
Pero le salió muy mal porque tenía que cocer
Así cocía, así así, así cocía, así así,
Así cocía, así así,
así cocía que yo lo vi.
Miércoles antes de almorzar la partida iba a echar
Pero no la pudo echar porque tenía que barrer
Así barría, así así, así barría así así,
Así barría así así,
así barría que yo lo vi.
Jueves antes de almorzar un vinito fue a tomar
Y no lo pudo tomar porque tenía que cocinar
Así cocinaba, así así, así cocinaba así así,
Así cocinaba así así,
así cocinaba que yo lo vi.
Viernes antes de almorzar un ratito se iba a echar
Pero no se pudo echar porque tenía que lavar
Así lavaba, así así, así lavaba así así,
Así lavaba así así,
así lavaba que yo lo vi.
Sábado antes de almorzar un MARIDO fue a pescar
Pero no pudo pescar porque tenía que tender
Así tendía, así así, así tendía así así,
Así tendía así así,
así tendía que yo lo vi.
Domingo antes de almorzar con su equipo fue a jugar
Pero no pudo jugar porque tenía que pasear
Así paseaba, así así, así paseaba,así así,
Así paseaba, así así,
así paseaba que yo lo vi.


2 comentarios:

Alberto Granados dijo...

Esa objetividad llena de grises que reclamas es, directamente, imposible. Punkies o maricones de playa, arrimamos ascuas a nuestras sardinas con el convencimiento de qu son las buenas, y en este juego nadie es inocente. Es como seguir creyendo en los reyes magos.

Alberto (supongo que uno de los tontos apasionados por lo suyo, que tú señalas).

SGCI. dijo...

Reconozco que tiene que ser difícil distinguir cuándo estoy de coña y cuándo en serio. Sólo diré que la entrada de hoy responde al cambio de sujeto activo en la canción de Miliki, ya sabes... Lunes antes de almorzar, una NIÑA fue a jugar, etc...
De acuerdo con tu primer párrafo (lo que no puede ser, no puede ser, y además de imposible, muchas veces es mentira); y en cuanto al segundo, espero que algún día discutamos ese asunto con el fin de discutirlo.